¿TE GUSTA VOLAR COMETAS?

Me ha encantado la analogía entre los hijos y las cometas… qué belleza verlas volar…

El otro día mientras acompañábamos a la familia de gatos que alimentamos físicamente (porque ellos nos alimentan a nosotros con creces de otra forma… si los contemplas jugar, ahora que hay pequeños y vuelven a jugar todo el día, entras en meditación, estás absolutamente presente), escuchábamos a los vecinos hablar y gritar a las niñas que tienen que recogieran los juguetes con los que estaban jugando y de repente dice una mujer «Paula, ¿me tengo que enfadar?»

¿Me tengo que enfadar? supone que si me enfado las consecuencias para tí no van a ser buenas. Así que la niña seguramente hará el enlace mental de «alguien enfadado-yo voy a tener problemas-mejor hago algo para que no se enfade» y ahí puede comenzar una de las primeras máscaras que nos vamos poniendo, uno de los primeros toques para no ser nosotros, para obviar la naturalidad por «el miedo» a las consecuencias… Yo lo ví como un código con el que crecemos y así entendí también eso que nos sucede a las mujeres con mucha facilidad: que observamos a ver cómo viene la pareja para nosotras ser así o asao y el enfado de la pareja nos da «miedo»… así que estamos tentadas a hacer «lo que sea» para que ese enfado no se de y así tampoco las consecuencias para nosotros (que es en definitiva lo que hay debajo).

Por ello, compañeros de viaje, el camino nos invita a ser nosotros mismos, a hacer nuestro viaje a nuestra forma, sin miedo a no cumplir las expectativas – es normal, ayer me dí cuenta estando todo el día con madre que es imposible, por medios humanos, que ella reconozca, que ella entienda… somos «carpetitas con creencias X andantes» y a mí no me toca que ella me entienda, me toca hacer lo mío liberándola de mi necesidad de que me entienda. 

Soy muy afortunada – como todos – este año nazco en la onda encantada del perro (fidelidad a los otros y a mí misma – muy importante este «a mí misma» porque se suele olvidar) con la energía del guerrero. Sin duda, estas energías me facilitarán el camino de posicionarme en mi lugar. 

Gracias por la posibilidad de compartir. Muchas gracias

REFLEXIÓN SOBRE LA LIBERTAD DE LOS HIJOS

¿Has manejado alguna vez una cometa?

Erma Bombeck escribe: “Te pasas la vida tratando de hacerlas volar. Corres con ellas hasta quedar sin aliento. Caen al suelo. Chocan con los tejados. Tú las remiendas, las consuelas, las ajustas, y las enseñas. Observas cómo el viento las mece y les aseguras que un día podrán volar. Finalmente vuelan. Necesitan más hilo y tú sueltas más y más, y sabes que muy pronto la bella criatura se  desprenderá de la cuerda de salvamento que la ata y se elevará por los aires, como se espera que lo haga, libre y sola. Sólo entonces te das cuenta de que has hecho bien tu trabajo.”

Los hijos siempre serán hijos, un hilo de amor invisible e infinitamente largo nos mantendrá unidos a ellos aunque vuelen libres como el viento.

Permite a tus hijos que te llamen por tu nombre cuando llegue el momento. Dirigirse a los padres con “Mamá” y “papá” los mantiene niños. Deja que crezcan.

Plano Creativo

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